Un día como mil años y mil años como un día

Un día como mil años y mil años como un día

“Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.”- 2Pedro 3:8

Así como el Sol representa el comenzar de cada día en la tierra. Siendo este nuestro calendario solar (gregoriano)… es parte de nuestro ciclo de vida.

La edad media de un humano es de 70 años, esto es 25, 550 días aproximadamente.

Así la galaxia, y el universo tienen su propio calendario, su propio ciclo, su propio nacimiento, sus enfermedades, y sus muertes. El planeta que más tarda en darle la vuelta al sol es Neptuno, su ciclo es de 164.8 años (o 60,182 días terrestres), la tierra da 164 vueltas al sol y luego Neptuno.

Es decir: la tierra da mil vueltas al sol para que sea un día de Dios, pero Neptuno da 6 vueltas al sol para el mismo día de Dios.

“…Has puesto tu gloria sobre los cielos… “-Salmos 8:1

A veces es de “día” y a veces de “noche”. Hay temporada de huracanes, así como de sequía. “temporada de patos! Temporada de conejos” ja!

Así como el árbol y el hombre tienen cuerpos diferentes, igual el sol y la luna. Pero a todos se les dio cuerpo, por lo tanto, a todos se les dio vida, ciclos y muerte. También carácter, función y poder de acuerdo con su propósito.

 “…pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.” – 1 Corintios 15:38, 40-41

La semilla no le dice al sembrador “No me entierres, no quiero morir”. Mas esa es su función, para que el árbol aparezca y luego el fruto.

De igual manera fuimos concebidos a como la semilla, nacemos como un árbol y el propósito de nuestra vida es que demos frutos. Pero luego, esos frutos dan mas semillas y cuando el árbol muere hizo su función. Cuando el humano muere, sépase que sus frutos son para la eternidad. Porque aquí solo somos la semilla que se está descomponiendo para que, al morir, despertemos en la eternidad con Cristo.

El calendario solar está regido por el calendario galáctico; y este está regido por el calendario intergaláctico; y este está regido por el calendario del quantum; y así sucesivamente hasta llegar al calendario de Dios. El canon esta cerrado, ya todo está hecho. Así como al anochecer esperamos que salga el sol en la mañana.

 “Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.” –Apocalipsis 21:6

 

Reflexión por Lidia Esther Aviles

Bruselas, Bélgica 09April,2020

Published by lidiaaviles

www.lidiaaviles.com www.retornandoalasescrituras.org Copyright © 1987-2087 Lidia Aviles. All rights reserved.

%d bloggers like this: